Empiezo mi entrada con esta frase de antiautoayuda: pues no estimadas lectoras y lectores, querer no es poder.
En la cultura del esfuerzo y de la meritocracia querer suele ser sinónimo de poder: si me esfuerzo lo suficiente podré conseguir aquello que deseo y si trabajo mucho y me dedico mucho conseguiré las metas que me proponga. También tengo la impresión que generaciones anteriores han (y hemos) vivido con ese mantra porque suele ser mejor pensar que las cosas dependen solo de nosotrxs, eso nos da sensación de control. Si me pongo a ello lo lograré y si no lo logro es que no he hecho lo suficiente, es decir que depende de mí y yo tengo el control.
Digamos que hay circunstancias externas e internas que pueden llevar al traste lo de querer es poder. Hoy hablo aquí de las internas.
¿Qué pasa cuando yo quiero algo pero no puedo ni siquiera ponerme con ello? A veces querer no es poder porque ni siquiera puedo ponerme a ello. Me quiero sacar las opos pero ni siquiera me puedo sentar a estudiar, quiero cambiar de trabajo pero ni me actualizo el CV, quiero romper con mi pareja pero no se ni por donde empezar...
Aunque sé que eso me hará bien, me cambiará la vida, es hacia donde yo quiero ir, no puedo ponerme (¡y mira que querer, quiero!) (y mira que eso sí que "solo" depende de mi)
Cuando pasa esto solemos entrar en una gran culpa porque cómo puede ser que dependiendo solo de mi no pueda ponerme con ello. Algo debe andar mal en mi, no me estoy esforzando lo suficiente, así no voy a lograr nada... y más frases "motivadoras" que no nos ayudan en absoluto a salir de ahí.
Pero lo más probable es que haya una creencia o introyecto que te esté impidiendo seguir. ¿qué es una creencia o introyecto? Un introyecto es algo, una creencia sobre nosotros, una creencia sobre la vida, una visión de las cosas (soy torpe, la vida es peligrosa, las relaciones de pareja son dificultosas....) que hemos tragado en la infancia. Y aunque no va con nosotxs la seguimos repitiendo como un mantra que nos dificulta ir por la vida. Si yo creo que soy torpe por mucho que me haga ilusión apuntarme a un curso de malabares no lo voy a hacer y quizás me digo a mi misma: es muy caro, no tengo tiempo, menuda tontería...
Si me quiero cambiar de trabajo pero tengo un introyecto de que "mejor malo conocido que bueno por conocer" pues me quedaré atrapada en esa seguridad falsa de tener un trabajo malo pero seguro y me mentiré a mi misma diciendo cosas del tipo: aquí ya estoy bien, en este sitio me tratan fantástico y no encontraré nada mejor, quizás nunca encuentro algo que me guste de verdad y me de dinero.
Así la personita asustada que nos habita dirige nuestra vida sin que nos demos cuenta y esa niña o niño que no se atreve a desobedecer sigue impidiéndonos cambiar, movernos y probar cosas nuevas aunque queramos.
Y os cuento esto porque llevo un tiempito atrapada en ese bucle de "quiero pero no me sale" y no soy la única. Y cuando lo veo a veces me sale esa voz exigente de "querer es poder" pero yo sé que no y la exigencia no ayuda, lo mejor es tenerse compasión y paciencia y sobretodo hablarlo con nuestrx terapeuta.
Todo lo dicho es una posibilidad de la realidad, pero si la tuya no es esa quizás te está pasando otra cosa, no a todxs nos pasa lo mismo, pero si te suena y te hace tilín por dentro es posible que estés en el camino de ver un poco más claro.
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